Precalienta el horno a 200ºC. Echa aceite sobre la piel de las patatas generosamente y espolvorea con sal. Hornea durante aproximadamente 1 hora, hasta que estén blandas. En caso de que no queráis hacerlas en el horno, os recomendamos asarlas en microondas. Para ello lo que vamos a hacer es envolverlas en papel film, teniendo la precaución de pinchar con un tenedor varias veces la patata para evitar que estalle. Una vez envueltas las ponemos en microondas a máxima potencia unos 7 minutos, comprobándola una vez pasado el tiempo pinchando en el centro con un cuchillo para comprobar si todavía está dura. En caso de que sea necesario las podéis ir poniendo minuto a minuto hasta que estén en su punto. Corta una pequeña rebanada de la parte superior de cada patata, vacíala y coloca el relleno de la patata en un tazón grande. Coloca las patatas vacías en una bandeja de hornear y coloca de nuevo en el horno mientras preparas el resto del plato. Añade la mantequilla, el eneldo, leche, crema, pimienta, sal marina, crema agria, espinacas, y 1 / 4 de taza de queso. Mezcla hasta que quede una masa cremosa. Quita las patatas del horno y rellénalas con la mezcla de patatas, espinacas y queso. Espolvorea con el restante queso parmesano y gratina hasta que el queso se derrita y se dore, unos 2 ó 3 minutos.
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